* MÁS QUE LA BATALLA GANADA, SE FESTINA LA SALIDA DE LOS FRANCESES
* ESTATUA DEL GENERAL IGNACIO ZARAGOZA EN LA UNIÓN AMERICANA
* WASHINGTON NO RECONOCIÓ AL GOBIERNO IMPERIAL
Los alegres festejos oficiales en Estados Unidos, con motivo del 150 aniversario de la batalla de Puebla, no son casuales ni producto de la popularidad, los buenos oficios o la inteligencia de políticos mexicanos del momento. Nada de eso.
En efecto, la celebración en los jardines de la Casa Blanca, la develación de una estatua del general Ignacio Zaragoza en territorio estadunidense
y otro tipo de actos conmemorativos, tienen su origen en dos motivos específicos:
y otro tipo de actos conmemorativos, tienen su origen en dos motivos específicos:
1.- El gobierno estadunidense festeja no tanto el resultado efímero de la batalla de Puebla, sino lo fallido del proyecto francés en nuestro Contienente, toda vez que el abandono de la intentona gala por fortalecer un Imperio en estas tierras, favoreció la política expansionista y manipuladora de Estados Unidos de Norteamérica sobre los países iberoamericanos. Y
2.- Se festeja con tanto brío en los círculos oficiales estadunidenses la batalla de Puebla, porque finalmente el fracaso del proyecto imperial francés representó un triunfo para las logias masónicas yorkinas, en ese momento dominantes en Washington.
Decir lo anterior no corresponde a una visión ideológica, religiosa o parttidista. Los dos motivos expuestos, responde simple y llanamente al resultado de la investigación histórica.
Así como la tan festejada "expropiación petrolera" cardenista sirvió extraordinariamente al gobierno de los Estados Unidos --como hasta el momento queda demostrado--, para desplazar a las compañías petroleras europeas del manejo del oro negro mexicano, así sucede con la batalla de Puebla. En ambos casos, la también llamada Unión Americana ha resultado victoriosa. Ve asegurado su dominio sobre México.
Los representantes oficiales del gobierno estadunidense no sólo alentaban la conformación, expansión y dirección política de las logias establecidas aquí con la patente "yorkina", sino que adicionalmente negaban el reconocimiento oficial al gobierno establecido aquí con el patrocinio galo.
El estallido de la Guerra de Secesión en Estados Unidos, parecía favorecer la participación francesa en éste Continente, toda vez que se esperaba que las fuerzas del Sur pudieran establecer una alianza con el régimen imperial mexicano. Las extensiones arrebatadas por los estadunidenses a México, podían reanexarse y así consolidar una auténtica Potencia política, económica y militar, ajena al proyecto anglosajón.
Sin embargo, la derrota sufrida por las fuerzas del Sur en la Guerra de Secesión en los Estados Unidos de América y el estallido de la Guerra contra Prusia por parte de los franceses, hicieron fracasar el proyecto galo.
El gobierno estadunidense, con su decidida apuesta en favor de Benito Juárez, coadyuvó a la solificación de las llamadas Leyes de Reforma en
nuestro país; leyes, por lo demás, inspiradas, diseñadas y aprobadas por las logias masónicas pertenecientes al llamado Rito Nacional Mexicano --del cual son hasta el momento herederos y custodios la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, la Legión de Honor, la Academia Nacional AC y otros--, que habían sido motivo una confrontación brutal intermasónica, e incluso habían provocado la práctica disolución de las logias del susodicho Rito Nacional Mexicano.
(Hay que recordar que uno de los más destacados miembros del cuerpo logial de la masonería aglutinada en torno al Rito Nacional Mexicano era el Presidente de México, Valentín Gómez Farías, al que se le ordenó la aplicación de las Leyes de Reforma, hecho que incluso llevó a que los masones de dicho rito llegaran a perder la Presidencia del país).
A grandes rasgos estas razones constituyen el fondo de la festiva conmemoración del 5 de Mayo para los círculos oficiales estadunidenses.
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